Siempre he mantenido la idea de que nunca es tarde para acometer ningún proyecto, por difícil que sea el camino que hay que recorrer. Pero leer este artículo del Washington Post, con fecha del 28 de julio, sobre Sarah Yerkes que, con 101 años, ha publicado su primer libro de poemas ha hecho que, además de esbozar una amplia sonrisa, me reafirme en mis creencias.
Devoro el artículo mientras miro con detalle la fotografía de Sarah y pienso que cada surco de su rostro le habrá servido de inspiración para esos bellos poemas. Se apuntó junto a una amiga, ambas con noventa años ya cumplidos, a un curso de poesía en la residencia donde viven en el estado de Washington. Le entusiasmó.
Licenciada en Arquitectura por la Universidad de Harvard, la vida le llevó por otros derroteros profesionales, hasta que decidió darle rienda suelta a todo aquello que llevaba dentro y fue capaz de plasmarlo. Dice que realmente fueron las hadas las que le ayudaron, pero en el fondo lo hicieron todas sus experiencias que ha sabido contar con tanta pasión y buen hacer.
La editorial americana «Passager Books», que edita a escritores mayores de 50 años, la ha apoyado en la publicación de este poemario que se llama «Days of Blue and Flame» (Días de azul y llama). Me encanta haber descubierto también esta editorial situada en Baltimore, con una filosofía de trabajo digna de extrapolar a otros sectores.
Así que he pensado que efectivamente siempre hay tiempo para iniciar carrera en lo uno de verdad ansía y que por unas u otras circunstancias no ha podido llevarlo a cabo antes. No sirven las excusas. Cualquier momento es bueno. Quizás el mejor.
Nos hemos pasado toda la vida escuchando aquello de «no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy» para que al final podamos, en ocasiones, casi darle la vuelta…
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