Hoy quiero compartir con vosotros esta preciosa galería acristalada, desde donde la bella África bordaba por las mañanas aprovechando la preciosa luz de La Coruña.
📖Nadie a quien querer
Capítulo 13
La bella y ausente África
“Josefa la puso a bordar en la preciosa galería de su casa… desde ahí se podía ver la céntrica calle de San Andrés. Pasados unos días se dio cuenta de su grave error. Todas las mañanas se apostaban en la calle hombres para verla y admirarla. Se armó tal revuelo que las vecinas se quejaron a Josefa pues les molestaba tener tal afluencia masculina a las puertas de su casa”.
Regreso a La Coruña, y me siento siempre obligada a parar ante su hogar, hoy rehabilitado por el paso de los años.La imagino allí sentada, con su coleta alta, y su cruce de piernas perfectamente estudiado.
Y, sin saber muy bien el motivo, me invade una tremenda melancolía.
Cómo es posible que me cueste tanto desprenderme de mis personajes?
Lo conseguiré algún día 🤔?