La historia de Fan Yusu, una empleada de hogar china, saltó a la fama hace algunos años. Ella decidió escribir su biografía, y publicarla en la página web «NoonStory». Fue tal la fascinación de los lectores, que el texto se compartió más de 100.000 veces, y obtuvo 20.000 comentarios en apenas 24 horas. Se convirtió, de repente, en la mujer más buscada de China, así que Fan Yusu, decidió trasladarse desde su vivienda, en un barrio marginal de Pekín, a la de un familiar, lejos de toda la expectación que levantó su biografía.
«Soy Fan Yusu», relata su experiencia en las últimas tres décadas, en escasamente 7.000 palabras, y cuenta cómo ha sido la vida de una mujer rural en el enorme cambio social y económico que vive China. Su biografía es muy dura, pero cautiva por su realismo. De hecho fue censurada por el Gobierno chino debido a la descripción de la vida de los campesinos, que se trasladan a la capital en busca de un futuro mejor.
Fan ilustra su vida como empleada doméstica en el floreciente y cosmopolita Beijing. Detalla cómo los niños migrantes de la capital luchan por obtener una educación; y cómo sus compañeros trabajadores se reúnen en grupos locales de lectura. Muchos intelectuales urbanos y periodistas con educación universitaria han dicho que se sienten «humillados» por el dominio del lenguaje de Fan, su obvio talento literario, y su aguda visión de la clase social marginada a la que pertenece
Hoy, tres años después, Fan se mueve con soltura por los ambientes literarios de Beijing. Ha publicado otros escritos, y también se ha atrevido con algunos poemas. Su escritura elegante ha llamado la atención del público, ya que su estilo es muy diferente de la literatura campesina que normalmente se asocia con personas de su origen. The Guardian la ha comparado favorablemente con Dickens, porque ambos escriben sobre el trabajo pesado de las clases trabajadoras. El editor de NoonStory llegó a compararla con Sancho Panza en Don Quijote , un observador fiel que mira irónicamente las contradicciones a su alrededor. Por su parte, Fan se ha referido a su escritura como realismo mágico. De hecho, sus historias se inspiran, no solo en el mundo reconocible en el que vivimos, sino también en mundos mas allá, donde surgen vívidos imaginarios y sensibilidades para interrumpir nuestra realidad familiar.
Fan señala que cada vez que se encuentra con una injusticia en la gran ciudad, se recuerda a sí misma que es hija de valientes aldeanos. «El amor de mi madre me salvó de las dificultades repulsivas que encontré como trabajadora migrante», escribe. «Solo el amor podría curarme de ellos. Cada vez que me encuentro con los débiles, como yo, comparto con ellos amor y dignidad. Abrazo a los desamparados y discapacitados en las calles de Beijing, y también abrazo a los que están enfermos mentales. Yo devuelvo el amor de mi madre amando a los demás «.
Creo que estas últimas palabras la definen por completo y, sí, hay veces en que el éxito, casi sin darte cuenta, llama a tu puerta en forma de 7.000 palabras.
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